Toro y persona trascendidos

La confusión se despeja y la quietud prevalece. Hasta la idea de lo sagrado carece de sentido para quien ni busca la iluminación ni se entretiene donde no la encuentra. Cuando no existe dualismo, nada hay que discernir. La santidad reverenciada por las aves no es más que una farsa.

Látigo y cuerda, toro y persona se hacen nada
En la vastedad del cielo limpio de mensajes.
¿Caen los copos de nieve en las llamas de la hogera?
Aquí se manifiesta el espíritu de los sabios.



tinta / papel
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