Para la niebla un cuerpo
para tu cuerpo un viento desatado
para ese viento un hombre
para sus ojos llovidos por el goce
abre tus puertas
templo
de labios y bramidos
la gota de flagelo
tan ansiosa de sábanas
su blanca piel bañada
al vientre deshacía
Para la nieve un cuerpo
para la noche
el cuerpo sostenido
la navaja que tiembla
su otro en esa niña
Un fuego es siempre
un nido
al ave que renace
Para la luz un cuerpo
mi cuerpo para ti
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