Con tan sólo volver
y mirarlas allí
tendidas en la penumbra
cuando el púrpura
escurre la caricia
Las señoritas tienen sed
y bajan a profanar el cuerpo
clavan sus tijeras
Las señoritas tienen sed
y bajan a beber
tu sola fuente
el resplandor
que irradia
el aura de las visitaciones
frente a la mesa puesta
El crepúsculo
sus colores sedientos
lo que va más allá de ti
aquello que se envuelve
la pareja de hombres solos en los departamentos
el rubio que dice escribir y el sirviente
tan solos
perros encerrados
droga
traspasados de óxido
este desierto
que te lleva
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